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Desde Actualidad Pura,Fernando Diaz nos deja esta historia sobre un día en su vida como blogger.Seguro que encuentran cosas en común...
Me levanto tipo siete o siete y media de la mañana. Armo mi cama y me voy directo al baño a lavarme la cara y cepillarse los dientes. Puteo un rato porque se me acabó la pasta dental y se me rompió el peine. No importa, cosas que pasan.
Prendo la radio y pongo Soda Stereo. Mientras el agua se calienta, prendo la computadora, me conecto a Internet y entro en mi blog, que tantas alegrías me ha dado. Leo los comentarios. Bufff, a veces cansa tener que leer y responder todos. Especialmente este que dice:
“Che, loco, una cagada tu blog! ¿Dónde están los juegos? ¿Y las mujeres desnudas? Así no va a ninguna parte la cosa, eh!”
Bueno, no tengo porque contestarlo. Lo omito y listo.
Me doy cuenta que me olvidé el agua en el fuego. Voy corriendo y me quemo con la manija.
-¡Carajo!- grito, y busco una manopla, un repasador, un trapo, algo para agarrar la pava. No encuentro nada y la agarro con mi remera.
Una vez que tengo el mate preparado, me siento en la PC para escribir una entrada nueva para mi blog… y no se me ocurre nada. Busco en la web una noticia buena y no encuentro nada. Ni siquiera la tan vergonzosa tarea de robar una noticia a otro blog da resultado. Entonces me visto y voy a comprar un diario, una revista, algo, para sacar alguna noticia.
Llego al puesto de diarios y veo fotos de futbolistas exitosos e inevitablemente pienso en mi padre. No es que el haya sido uno, sino porque el quería que yo jugara en Boca y sea exitoso y reconocido en todo el mundo.
Mi viejo es una de esas personas apasionadas por el fútbol (cuando digo apasionadas, digo apasionadas). Iba siempre a la cancha, cuando no iba los miraba en TV, o sino los escuchaba, y si no podía escucharlos, los imaginaba. Apenas nací me compró una camiseta, short, medias, botines, banderitas, gorritos, pelota, todo de Boca. Siempre me explicaba las reglas del fútbol, y las repasábamos mil veces. Si yo miraba dibujos animados, me cambiaba de canal y ponía en uno de deportes. Me mandaba a una escuela de fútbol. Pero no había caso, nunca me enganche con ese deporte. A mi siempre me gusto la tecnología, la PC… cuando se entero que iba a estudiar informática se ofendió muchísimo…y aunque ya pasaron 4 años, todavía no me perdona.
-¿Te vas a llevar algo, pibe?- me dice el vendedor de revistas- Estas parado ahí hace como 5 minutos.
-Heeemm, si. Me llevo el diario Clarín.
-Son $2,50
-Tome, chau.
Llego a mi casa, publico un par de noticias y voy a laborar. Entre la publicidad de mi blog, un trabajito en un cyber y unos pesos que me manda mi vieja en secreto (mi papá no quiere saber nada conmigo), puedo pagar mis estudios y alimentarme. Hasta ahí nomás...
Llego a mi trabajo 30 minutos tarde, el dueño del cyber dice que estoy en la cuerda floja, que puedo perder mi trabajo, que es la última que me deja pasar… bla bla bla bla. Cuando llego al mostrador, los pibes empiezan a hinchar las pelotas: que la contraseña no funciona, que se tilda la PC, los juegos no arrancan, la webcam esta rota… me estaba por estallar la cabeza.
Vuelvo de trabajar muy cansado, el lugar donde laboro queda a 25 cuadras de mi casa y no me puedo pagar un taxi. Le doy una última revisada a mi blog: hay nuevos comentarios, pero tengo mucho sueño y no los contesto. Voy al baño y me doy cuenta que no compre la pasta dental. Bueno, mañana la compro. Espero no olvidarme. En el camino a mi cama pienso en mi papá. Siento que lo decepcioné. Pero bueno, hago las cosas que me gustan.
Me acuesto pensando en el blog, la pasta dental, mi padre, mi trabajo, el maldito peine que se me rompió… y que encima el jueves tengo un examen y no estudie un pepino.
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Desde Actualidad Pura,Fernando Diaz nos deja esta historia sobre un día en su vida como blogger.Seguro que encuentran cosas en común...
Día Blogero.
Me levanto tipo siete o siete y media de la mañana. Armo mi cama y me voy directo al baño a lavarme la cara y cepillarse los dientes. Puteo un rato porque se me acabó la pasta dental y se me rompió el peine. No importa, cosas que pasan.
Prendo la radio y pongo Soda Stereo. Mientras el agua se calienta, prendo la computadora, me conecto a Internet y entro en mi blog, que tantas alegrías me ha dado. Leo los comentarios. Bufff, a veces cansa tener que leer y responder todos. Especialmente este que dice:
“Che, loco, una cagada tu blog! ¿Dónde están los juegos? ¿Y las mujeres desnudas? Así no va a ninguna parte la cosa, eh!”
Bueno, no tengo porque contestarlo. Lo omito y listo.
Me doy cuenta que me olvidé el agua en el fuego. Voy corriendo y me quemo con la manija.
-¡Carajo!- grito, y busco una manopla, un repasador, un trapo, algo para agarrar la pava. No encuentro nada y la agarro con mi remera.
Una vez que tengo el mate preparado, me siento en la PC para escribir una entrada nueva para mi blog… y no se me ocurre nada. Busco en la web una noticia buena y no encuentro nada. Ni siquiera la tan vergonzosa tarea de robar una noticia a otro blog da resultado. Entonces me visto y voy a comprar un diario, una revista, algo, para sacar alguna noticia.
Llego al puesto de diarios y veo fotos de futbolistas exitosos e inevitablemente pienso en mi padre. No es que el haya sido uno, sino porque el quería que yo jugara en Boca y sea exitoso y reconocido en todo el mundo.
Mi viejo es una de esas personas apasionadas por el fútbol (cuando digo apasionadas, digo apasionadas). Iba siempre a la cancha, cuando no iba los miraba en TV, o sino los escuchaba, y si no podía escucharlos, los imaginaba. Apenas nací me compró una camiseta, short, medias, botines, banderitas, gorritos, pelota, todo de Boca. Siempre me explicaba las reglas del fútbol, y las repasábamos mil veces. Si yo miraba dibujos animados, me cambiaba de canal y ponía en uno de deportes. Me mandaba a una escuela de fútbol. Pero no había caso, nunca me enganche con ese deporte. A mi siempre me gusto la tecnología, la PC… cuando se entero que iba a estudiar informática se ofendió muchísimo…y aunque ya pasaron 4 años, todavía no me perdona.
-¿Te vas a llevar algo, pibe?- me dice el vendedor de revistas- Estas parado ahí hace como 5 minutos.
-Heeemm, si. Me llevo el diario Clarín.
-Son $2,50
-Tome, chau.
Llego a mi casa, publico un par de noticias y voy a laborar. Entre la publicidad de mi blog, un trabajito en un cyber y unos pesos que me manda mi vieja en secreto (mi papá no quiere saber nada conmigo), puedo pagar mis estudios y alimentarme. Hasta ahí nomás...
Llego a mi trabajo 30 minutos tarde, el dueño del cyber dice que estoy en la cuerda floja, que puedo perder mi trabajo, que es la última que me deja pasar… bla bla bla bla. Cuando llego al mostrador, los pibes empiezan a hinchar las pelotas: que la contraseña no funciona, que se tilda la PC, los juegos no arrancan, la webcam esta rota… me estaba por estallar la cabeza.
Vuelvo de trabajar muy cansado, el lugar donde laboro queda a 25 cuadras de mi casa y no me puedo pagar un taxi. Le doy una última revisada a mi blog: hay nuevos comentarios, pero tengo mucho sueño y no los contesto. Voy al baño y me doy cuenta que no compre la pasta dental. Bueno, mañana la compro. Espero no olvidarme. En el camino a mi cama pienso en mi papá. Siento que lo decepcioné. Pero bueno, hago las cosas que me gustan.
Me acuesto pensando en el blog, la pasta dental, mi padre, mi trabajo, el maldito peine que se me rompió… y que encima el jueves tengo un examen y no estudie un pepino.
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8 comentarios:
Fernando Díaz , estoy sin palabras y emocionada.
Ahora que te conozco un poquito más , aún te aprecio MUCHO más.
Tienes un enorme valor como persona , tu escrito me ha encantado y tu blog una maravilla.
Eres a pesar de tus 16 años, el hombre más centrado que conozco.
Besos y suerte en tu vida.
Tu amiga Silvia^^
Yo tambien vivi algo parecido en mi epoca de estudiante, aunque no era un cyber, era un bar. Y no tenia blog si no una revista que editabamos en la facultad....cuantos recuerdos me ha traido tu relato, enhorabuena
La historia es buena pero deberías haberla despersonalizado.Las historias propias siempre son arriesgadas.
Normalmente nos centramos mucho en la misma y ese apasionamiento suele restar recursos e ideas que inconscientemente evitamos por no ajustarse a la realidad que queremos contar.
Personalmente a mi me gustó.
Muy buena historia sobre un día en la vida de un bloggero desesperado...
La verdad es que es una historia en la que muchos nos podemos ver reflejados, aunque lo que mas me ha gustado es como a lo largo del "dia bloguero" existe continuamente la figura del padre decepcionado
Mucha suerte Pibe!!!!
A mi me fascinó!!! De alguna manera, con sus variantes, he pasado días así.
Un día bloguero pueder ser muy personal o quien quiera le puede dar otro toque de ficción pero la esencia del día de un blogger pendiente de sus cosas además de su blog esta allí.
Este relato lo disfruté mucho, tanto que hasta se lo he leído en voz alta a mi esposo bloguero que también le gustó.
¡Perseverancia es la consigna! ;)
Como anécdota de un día es buena pero solo al final dices algo Le doy una última revisada a mi blog: hay nuevos comentarios, pero tengo mucho sueño y no los contesto... Me acuesto pensando en el blog el blog es una cosa más y sin embargo su título es día blogero
besitos y suerte
bueno, gracias a todos por sus comentarios, me siento emocionado, gracias!
aclaracion: el relato se llama "dia de blogero"... pequeña aclaracion.
gracias y suerte para todos!
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