La rebelión de las maquinas y el corporativismo informático

Todos sabemos que tratándose de ceros y unos en tan abundante cantidad es de esperar que en alguna ocasión suframos alguna desgracia fruto de un error del programa o sistema operativo contra el que nos estemos dando de cabezazos.

Sin ningún tipo de pudor nuestros ordenadores se quedan colgados y te crujen a pantallazos.

A menudo te hacen creer que han guardado lo que demonios estuvieras haciendo para a continuación y con total desfachatez reirse in your face de pardillo soltándote un macabro mensaje de error.

Todo tu trabajo ha desaparecido y encima te encuentras con un trato humillante y desconsiderado por parte tu herramienta de trabajo.

Hace días que tu linea ADSL no funciona correctamente y te dedicas a coleccionar blasfemias.

El técnico no se pasa a reparar tu flamante televisor nuevo.El I-Pod se carga y se descarga en décimas de segundo y el móvil se reinicia cuando le sale del toto borrándote todos los contactos de la agenda.

El microondas sólo hace ruido y deja de calentar en cuanto te das la vuelta.La lavadora te escupe el suavizante por el suelo y el horno tiene de pirolítico lo que un niño de tres años limpiándose sólo el culo en el baño.

Esto es la puta rebelión de las máquinas que decían nuestros abuelos.

Es la hora de buscar culpables. Decides ponerte en contacto con algún tipo de atención al cliente o servicio técnico al que vomitar tu ira crecido y envalentonado por el calentón.Te contesta un programa informático,claro.

Lo primero que oyes es un menú de bienvenida aparentemente sencillo y en el que encontramos rápidamente el motivo de la llamada.

Luego te meten unos combos de teclas que ni los más jugones de la play sabrían repetir.Todo ello entre desquiciantes pausas que van elevando sobremanera tu temperatura corporal.

-Si quiere tal pulse cual,si lo que desea es cual pulse pascual,si pascual no es lo que desea pulse cuadradillo seguido de...

Tras esto viene la fase de los perdones,por favor repita y disculpe no le he entendido bien.

A estas alturas más de uno hemos pringado de sangre el gotelé de la pared tras el reventón de la ya castigada vena de nuestro cuello del que desconocíamos sus impresionantes capacidades elásticas.

Todo acaba con el terminal telefónico hecho trizas por el suelo.

Esos primeros instantes tras la conversación son críticos y peligrosos.Somos capaces de matar al primer temerario que se le ocurra darnos los buenos días.

No se pero empiezo a notar cierto tufo a corporativismo informático.

Es muy sospechoso que para enmendar el error de una máquina sea otra la que de la cara.

Yo para mi que nos están haciendo la cama.
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