En pleno corazón del valle del Goherri,Guipuzcoa,podréis disfrutar de atardeceres como este.
Al fondo,en las laderas del monte Txindoki,dicen que de vez en cuando se ve a un duendecillo temeroso ocultando su caldero lleno de monedas.
Esquivando, receloso, a los habitantes de los caseríos lo sorprendímos una tarde de otoño.
Al vernos desapareció velozmente dejando el arco iris como única prueba de su presencia.
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Al fondo,en las laderas del monte Txindoki,dicen que de vez en cuando se ve a un duendecillo temeroso ocultando su caldero lleno de monedas.
Esquivando, receloso, a los habitantes de los caseríos lo sorprendímos una tarde de otoño.
Al vernos desapareció velozmente dejando el arco iris como única prueba de su presencia.
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4 comentarios:
Y el caldero que, porque de eso no dices nada.
Je,je...este tio da titulares como Telecinco,juas,juas.Sólo dice que lo escondia y nada más.
Saludos Dracir.
Precioso sitio para disfrutar de unos días de descanso en plena naturaleza!!!
Perezoso, un olisqueo cariñoso!
PD: Seguro que entre los dos olfatearíamos el rastro de esos duendecillos escurridizos...
Je,je,je.Hola Panchete amigo.Cuando quieras le digo a Escriba que te vienes con nosotros.
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