27/4/08

Fedro;"El perro reflejado en el rio".

A las orillas de un río llegó un perro que tenía un hueso en la boca.

Al ver su reflejo en el agua,pensó que se trataba de otro perro.Como el can reflejado en el arroyo llevaba en la boca un hueso más grande que el suyo,decidió quitárselo sin pensarlo dos veces.

Abrió la boca todo lo que pudo,enseñando los colmillos,y hundió su cabeza en el agua.Al hacerlo,su hueso cayó al río y fue arrastrado por la corriente.

No codicies el bien ajeno;más bien debes contentarte con la fortuna que posees.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

La avaricia es muy mala compañera. Siempre querrá lo que no tiene. Y bajo ese prisma suele dar muy malos consejos.

AdR dijo...

De pequeño tenía un libro con viñetas de esta fábula, era de mis favoritas.

Unknown dijo...

De todas las fabulas que te he leido esta es la que más me ha gustado, es genial! y bueno mmm... enseña ladrando no? jeje
un beso para ti y Perezoso

 

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