23/10/08

Perezoso y el mundo de los móviles.

Odio ese teléfono azulito que todas las noches recarga.

A través de esa pequeño artefacto que vibra y emite sonidos chorras recibe llamadas de sus amigotes.Organiza sus salidas e incomprensiblemente reajusta las mías según van llegando los frikitonos.




Según él, a la hora de recibir llamadas hay tres de estos frikitonos que son fundamentales para activar los diversos protocolos de respuesta establecidos.Cada persona de su agenda tiene asignado un frikitono según el nivel al que pertenezca.

En el primer nivel están los amigos y familiares cercanos.Esas llamadas siempre las responde y son las que normalmente me suelen joder el día.

Si por ejemplo hay programada una escapada al campo y a algún iluminado se le ocurre llamarle para quedar es muy posible que se suspenda el acto.

Suele influir el número de veces que ya ha sido aplazado.Es decir,que no le suele importar volverlo a aplazar si ya lo ha hecho antes.A veces entra en esa dinámica...

Escriba es un tío bastante reacio a cambiar de planes a última hora pero no es menos cierto que su voluntad es fácilmente doblegable mediante razones gastronómicas o sugerencias etílicas.

En el segundo nivel están el resto de familiares y conocidos.

Aquí la respuesta tarda más en producirse o nunca llega a materializarse.En este nivel es donde despliega todo su potencial creativo a la hora de producir justificaciones y excusas peregrinas.Más absurdas y descaradas cuanto menos le importe la persona que está al otro lado.

El nivel tres es inconfundible.No tanto por el tipo de melodías que le suele asignar sino por el sudor frio que recorre su cuerpo cuando esas dramáticas notas saltan de repente.Son las llamadas de trabajo.

Ahí si que no hay excusa que valga.Las contesta con cara de pavo.Acto seguido, resignado, va a modificar el cuadrante o sale disparado a por el coche.Estas son las que más disfruta un servidor.Mi fé en Dios se renueva al contemplar como su implacable justicia aplasta a Escriba por haberme perjudicado.

Como podéis suponer gracias a ese puto aparato más de una vez me quedo a dos velas.La mayor parte de las llamadas son de nivel uno.De vez en cuando hay un nivel tres pero desgraciadamente no es muy frecuente.

Hace un par de años acordó con el veterinario activar un servicio de alertas por sms para tenerme controlado.

Antes estaba pendiente de las fechas y yo mismo me encargaba de putear al cartero cuando se me venían encima las vacunas y todo lo demás.Eso ahora es imposible.Bueno,al cartero lo sigo jodiendo pero es más por orgullo cánido que por cuestiones prácticas.

Ayer llegó un mensaje del veterinario y tras mostrármelo dijo;"Mira chuchi,hay que ver lo bien que funciona esto,ya no me acordaba de que te tocaba..."

Hoy fuimos a la clínica a que me pusieran las banderillas.Le ha faltado tiempo.

La tetravalente,las pastillitas de desparasitar,la antirrábica,a ver como tiene la boquita...

Me cago en mi calavera negra.!Este todavía no me ha visto a mi rabioso!.

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2 comentarios:

Lucía dijo...

Perezoso, Escriba lo hace por tu bien ... y se deja una pasta en esos cuidados!!

Mira que sois desagradecidos a veces,jeje.

Nosotros tenemos suerte porque Leela está enamorada de su veterinario, así que no cuesta nada llevarla.

Perezoso. dijo...

Es que El es así,muy "sentio" para lo que quiere...Desde luego que cuesta una pasta pero es un dinero muy bien empleado.Sólo va contento cuando realmente se encuentra mal.

Supongo que le dara miedo desde que le operamos de chiquitin y se le ha quedado el trauma.en fin,paciencia con el "nene".

 

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