El amo de Esopo envió a este a los baños para que le contara si había mucha gente.Cuando llegó,vió entrar a varias personas que iban tropezando todas con una piedra puesta ante la puerta.
Sólo uno se agachó antes de dar el traspiés para retirarla a una esquina donde nadie más pudiera tropezar.
-¿Había mucha gente?-preguntó el amo cuando Esopo regresó.
-Umm...No-contestó convencido Esopo-.En los baños había solamente un hombre.
Sólo uno se agachó antes de dar el traspiés para retirarla a una esquina donde nadie más pudiera tropezar.
-¿Había mucha gente?-preguntó el amo cuando Esopo regresó.
-Umm...No-contestó convencido Esopo-.En los baños había solamente un hombre.
Sólo los hombres pueden utilizar su inteligencia para evitar los obstáculos y salvar a los demás.
.
4 comentarios:
Genial! me encanta esta etapa que tenés de "fabulero", un abrazo
PD: te invito a que te des una vuelta por mi nuevo blog de relatos:
http://soybreve.blogspot.com/
(perdón por la publicidad...)
Otro abrazo
Lo malo es que muchas veces se utiliza la inteligencia para ponerlos.
Muy buena la fábula.
No dudes que pasaré a visitarlo Gus.
Cuanta razón tienes desgraciadamente en tu comentario trasherrantes.Bienvenido al blog!!
sabio y concluyente.. si señor...
Publicar un comentario